Felipe Solá quedó muy bien posicionado a partir del acto del Día de la Lealtad

La oposición, recuperó el centro de la escena política a través de una serie de episodios y durísimas acusaciones que también denotan el desgaste que afecta al matrimonio Kirchner en su recorrido por el séptimo año de gestión.

En el peronismo disidente, todo es ebullición. Felipe Solá quedó muy bien posicionado a partir del acto del Día de la Lealtad. A tal punto, que en las próximas horas no sólo se reunirá con el radical Ricardo Alfonsín sino que están tendidos los lazos para un encuentro con Carrió, y luego con Roberto Lavagna, que en los últimos días volvió a la arena política. La idea de Solá es iniciar con el resto de la oposición una estrategia para quitarle al kirchnerismo varias comisiones en el Congreso, después del 10 de diciembre.

Solá sabe que su accionar lo ubica en el primer escalafón de los postulantes a una fórmula con Carlos Reutemann como candidato. En el reducido grupo áulico del ex corredor sostienen que el “Lole ya tiene decidido ser candidato, pero no lo va a anunciar todavía”. Un lanzamiento anticipado, argumentan, lo obligaría “a hablar de la reforma política, del dengue, de la gripe, del campo”, lo cual podría perjudicarlo en poco tiempo. Por eso, sostienen que hasta que no tenga en claro si habrá una reforma política y en qué consistirá, el ex gobernador santafesino no dirá nada.

Macri, habría confesado en privado que “si hoy” debería tomar una decisión, no será candidato en el 2011. La imposibilidad de establecer un armado que incluya a un sector del peronismo es clave para el ex presidente de Boca Juniors.

La modorra radical, que pese al entusiasmo en los comicios pasados no pudo traducir aquel resultado en un liderazgo antikirchnerista, así como la moderación socialista, debieron ser nuevamente sacudidas por la incursión mediática de Carrió y su Coalición Cívica-Ari. Ese regreso de Carrió a los primeros planos recibió el imprevisto impulso del episodio de agresión en Jujuy a Gerardo Morales, que instaló la problemática del accionar de los piqueteros kirchneristas.

Tal vez, el precio de pelearle de “igual a igual” al Gobierno haya sido demasiado alto. La dirigente de su espacio, la senadora María Eugenia Estenssoro, fue más allá: Hay que evitar que “la Argentina vuelva a caer en un estado de violencia armada”, dijo.


Fuente: El Liberal

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