viernes, 30 de octubre de 2009

Solá: “El Gobierno accedió al reclamo que venimos realizando la oposición y la Iglesia”

El diputado nacional Felipe Solá dijo que la creación del subsidio para hijos menores de 18 años “muestra un cambio de actitud del Gobierno, que hasta ayer negaba el problema de la pobreza y hoy accede al reclamo que con la oposición y con la Iglesia venimos realizando desde hace varios meses para que se ponga en marcha un programa de ingreso universal”.



Solá sostuvo que “desde el segundo trimestre de 2007 ha empezado a crecer el número de pobres en el país y recién dos años y medio después el Gobierno toma conciencia de este problema” y, si bien calificó como “importante” la medida anunciada, dijo que “la Presidenta debió enviar un proyecto al Congreso, ya que fuimos los dirigentes de la oposición y los representantes de la Iglesia los que alertamos de la grave situación de pobreza en la que se encuentran millones de argentinos, mientras el Gobierno callaba y, peor aún, negaba este problema”.



Agregó que “una prueba de esto es el discurso de la Presidenta en el mes de agosto pasado cuando, al presentar el plan de ingreso social con trabajo, dijo que `el problema en la Argentina no es la pobreza, sino la inequidad social ` y se negó a dar el debate asegurando que `el Estado no está parar regalar cosas`”.



“La creación del subsidio muestra un cambio de actitud del Gobierno, que ahora reconoce el reclamo que veníamos haciendo desde distintos sectores y ya no niega que la pobreza es hoy un problema muy grave”, afirmó Solá.



El ex gobernador bonaerense cuestionó, de todas maneras, que “la medida no excluye el filtro por el que pasan todas las medidas del Estado, que es el de la relación clientelar, el concepto del individuo rehén que ha valido para casi todas las acciones de este Gobierno en su relación con los pobres, los periodistas, los gobernadores, los legisladores, los intendentes, los trabajadores”.



“Existe, como en otras medidas, una concepción clientelística del Estado que concede graciosamente ayuda, pero no da derechos”, remarcó. “Eso está en el corazón de todos los barrios pobres y la medida anunciada por la Presidenta es bienvenida, pero no garantiza que se vaya a terminar con esa concepción de mantener a los pobres como rehenes”, insistió Solá.

Fuente: Prensa Felipe Solá

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