Se desató un vendaval de críticas. Circula ya un proyecto de declaración de la Cámara de Diputados, en la que se repudia el hecho, al que se concibe como una "muestra más de la permanente agresión que viene sufriendo la prensa por parte del gobierno nacional". Está promovido por el bloque de Felipe Solá Peronismo Federal, pero se incluyen parlamentarios de todo el conglomerado opositor, como la titular del bloque del GEN, Margarita Stolbizer, por ejemplo.
También se evalúa en el Parlamento hacer una presentación ante el INADI por la patente discriminación.
El Ing. Felipe Solá, Silvana Giudice, presidenta de la Comisión de Libertad de Expresión, Elsa Quiroz, Paula Bertol, Roy Cortina, Patricia Bullrich, Gustavo Cusinato, Fernando Iglesias y Horacio Quiroga, emitieron un comunicado conjunto: "Elegir el interlocutor de acuerdo a simpatías o antipatías es un acto de intolerancia por parte de quienes discriminaron a Bermúdez por ejercer su profesión de periodista en un medio de comunicación demonizado por el Ejecutivo".
Hay muchos factores que generan conciencia a partir de éste hecho tan crudo.
Como dijo Héctor D'Amico, secretario general de redacción del diario La Nación, "cuando un vocero elige o neutraliza a un periodista, obedeciendo órdenes de sus superiores, manifiesta en primer lugar 'debilidad'. Ese funcionario no tiene respuestas para ese periodista, pero lo más grave -enfatizó- es que discriminan al lector de ese medio. El lector es la víctima. Discriminando al periodista, porque pertenece a un medio ante el que el funcionario o el gobierno sostiene diferencias, castigan al lector".
Luis Majul, autor de El Dueño, el libro que ya vendió 200 mil ejemplares, que describe el inmenso poder y la megacorrupción generada desde 2003 hasta hoy, explicó que "el problema no es solo que el poder transitorio 'elija' a qué periodistas recibir en una conferencia de prensa, subir al avión presidencial, suministrar información exclusiva o perseguir a los críticos e independientes. El problema es que durante los últimos años casi todos lo aceptamos como si fuera normal, o como si el gobierno tuviera derecho. Me alegro que ahora el público pueda enterarse de lo que vienen haciendo desde hace muchos años".
La discriminación a Bermúdez es la última, pero no la primera que sufren los periodistas durante el kirchnerismo. Hubo otros profesionales marginados, otros a los que no se les respondían preguntas en conferencias de prensa, otros calumniados o simplemente "ninguneados".
Uno de los ministros mas enfáticos a la hora de marginar a los periodistas que no considera amigos es Amado Boudou, pero no es el único.
Jorge Fontevecchia, el director de Editorial Perfil, también abordó el hecho sin tapujos: "El gran problema del periodismo de calidad en todo el mundo es la relación con las fuentes", diagnostica. Y agrega, dando nombres: "Por ejemplo, el jefe de Gabinete, Aníbal Fernández, alardea frente al resto de ministros sobre el trato más considerado que recibe de buena parte del periodismo porque él es fuente de muchos medios. ¿Lo habrá querido emular el ministro de Trabajo excluyendo al periodista de Clarín Ismael Bermúdez, para tratar de disciplinarlo en la lógica de 'para los periodistas amigos, todo; para los no amigos, nada'?".
"Sea lo que fuese -concluyó Fontevecchia-, mi solidaridad con Ismael Bermúdez y con Clarín".
Entre los fundamentos del proyecto que promueve en Diputados el Peronismo Federal, se cita al Acta de Chapultepec, un documento suscripto por la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP), en el que se enuncia con toda claridad que "las autoridades deben estar legalmente obligadas a poner a disposición de los ciudadanos en forma oportuna y equitativa la información generada por el sector público".
Fuente: Clarín
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